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viernes, 8 de mayo de 2009

HOMINI ET RATIO

En la ilustración se constituye un ideal de hombre que se ofrece como la meta a la que debe apuntar la educación. Esta perspectiva la ha subrayado especialmente Kant en sus famosas cuatro preguntas centradas en el hombre como único ser educable y como producto de la educación.

La cultura la hace el hombre, se hace desde el hombre y se hace para el hombre. Podemos entender la misma afirmación desde otra perspectiva: la concepción o concepciones del hombre determinan la cultura o las diversas culturas. Nuestra cultura nos puede servir de ejemplo: la concepción del hombre que subyace a esta cultura está nuclearmente en la definición aristotélica del hombre como animal poseedor de razón. Y, por virtud de la aceptación de esa definición, por las sendas de la razón se vio obligada a caminar nuestra cultura, aunque en ese caminar encontremos episodios que, en apariencia, la alejaban de las sendas de la racionalidad.

Y la razón es la característica fundamental del hombre para toda la cultura ilustrada. Pero, una razón que hay que educar y desarrollar. Esta razón, además se concibe como una razón emancipada y soberana. Así lo formuló Hegel: “el principio de la ilustración es la soberanía de la razón, la exclusión de toda autoridad”1 . Desde Descartes en el XVII se defendía la razón autónoma entendiendo la autonomía básicamente como independencia de la experiencia, aspiración con la que era normal y obligado contar supuesta la tesis de las ideas innatas. Ahora bien, la Ilustración desde esta perspectiva cuenta con el empirismo inglés, corriente que, en parte, la antecede y, en parte, le es sincrónica. Por consiguiente, la emancipación no se dice respecto de la experiencia, ya que, al no poseer la razón ideas innatas, ha de ser la experiencia el ámbito donde habrá de adquirirlas. La emancipación consiste en que la razón se proclame y se comporte como única legisladora de sí misma.


ELABORO: JOSE MARIA SUAREZ ORTIZ
PRIMER SEMESTRE DE HOMOLOGACION

[1] HEGEL, Trad. de J. Gaos (1974). Lecciones sobre filosofía de la historia, 684.Madrid: R. de Occidente.

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